Hasta fines de febrero, solo unos pocos rubros habían optado por incorporar la modalidad Home Office a sus trabajos como una posibilidad a elección del empleado
Una buena parte de las empresas se negaba a esto bajo supuestos tales como “nuestro trabajo no se adapta a la modalidad a distancia”, “la productividad no sería lo mismo si las personas están desde su casa”, “el trabajo en equipo se basa en colaborar codo a codo, intercambiar ideas, estar juntos”, “esa modalidad es solo para la empresa de tecnología”, etc.
Evidentemente, la pandemia del COVID-19 sorprendió a las empresas y las forzó a hacer un cambio radical e inmediato en su manera de operar y trabajar. Puso a prueba también su capacidad de respuesta y flexibilidad en momentos de crisis, y demostrar su nivel de madurez.
Todo cambio, sea de procesos, sistemas o modos de trabajo conlleva un período de estabilidad y un proceso de aprendizaje.
o ¿Qué necesitan re acordar los equipos bajo esta modalidad?
o ¿Qué cambios en los procesos son necesarios para lograr los objetivos estando a distancia?
o ¿Qué nuevas habilidades son necesarias aplicar para acompañar a los equipos?
Es en este contexto, donde las habilidades blandas emergen como necesarias y prioritarias.
Habilidades para cultivar estados de ánimo en los equipos de responsabilidad y compromiso.
Habilidades para mostrar interpretaciones que abran posibilidades sobre la base de la realidad que nos toca como empresa, como equipo y como individuos.
Habilidad de identificar y valorar el aprendizaje ante esta situación problemática.
¿Que habilidad estás necesitando desarrollar?